Milei busca flexibilizar el Mercosur mientras Lula prioriza el acuerdo con Europa

Javier Milei asumirá la presidencia pro tempore del bloque regional en Montevideo y promoverá la apertura comercial. Sin embargo, podría surgir un conflicto con el presidente de Brasil, Lula Da Silva, que insiste en cerrar el tratado con la Unión Europea antes de fin de año.

Este viernes, en Montevideo, Javier Milei participará por primera vez de una Cumbre del Mercosur, donde se realizará el traspaso de la presidencia pro tempore de Uruguay a Argentina.

En el encuentro, que reunirá a los mandatarios de los Estados miembro, se definirán los pasos para avanzar en el acuerdo con la Unión Europea.

Lula Da Silva, principal defensor del pacto, busca concretarlo en 2024, mientras Milei promueve flexibilizar las normas del bloque para negociar tratados de libre comercio (TLC) con otros países, como Estados Unidos.

El mandatario argentino no planea romper con el Mercosur, pero su propuesta podría tensar las relaciones regionales. Actualmente, la normativa del bloque impide que los miembros negocien acuerdos comerciales bilaterales sin el consenso del grupo. Este tema ya generó polémicas en el pasado, como en el caso del intento de Uruguay de avanzar en un TLC con China.

Las negociaciones entre el Mercosur y la UE, iniciadas en 1995, buscan crear una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo.

El tratado promete abrir mercados, reducir aranceles y fomentar el intercambio comercial entre las dos regiones. Sin embargo, enfrenta resistencia en Europa, encabezada por Francia, que plantea preocupaciones sobre la competencia para sus agricultores y estándares ambientales.

Mientras Lula prioriza cerrar este acuerdo histórico, Milei podría dilatar las negociaciones al proponer nuevas condiciones. Este escenario refuerza las tensiones entre ambos líderes, quienes ya tuvieron desencuentros ideológicos y políticos en el pasado.

La posición argentina genera interés en Estados Unidos, donde Milei planea explorar un TLC aprovechando la llegada de Donald Trump al poder. Este giro estratégico, de concretarse, podría representar un desafío mayor para el Mercosur, ya que los tratados bilaterales podrían amenazar la unidad del bloque.

A pesar de las diferencias, el encuentro en Montevideo será clave para determinar si es posible un consenso entre los países sudamericanos, con perspectivas tan opuestas, y para definir el futuro de la integración regional.