Las enfermedades contra las que Jorge Bergoglio luchó a lo largo de su vida
Desde su juventud, Jorge Mario Bergoglio enfrentó distintos desafíos de salud. Falleció a los 88 años.
El mundo católico despide con tristeza al papa Francisco, quien murió este lunes a las 7.35 de la mañana (hora local) en su residencia del Vaticano, la Casa Santa Marta, a los 88 años.
Su pontificado, iniciado en 2013, estuvo marcado no solo por sus reformas y viajes pastorales, sino también por una serie de problemas de salud que lo acompañaron desde su juventud.
Una vida de desafíos
Desde joven, Jorge Bergoglio enfrentó complicaciones de salud. A los 21 años, sufrió una infección respiratoria que llevó a la extirpación de parte de un pulmón.
Este episodio no fue el único en su vida; a lo largo de los años, luchó con problemas cardíacos, cálculos biliares y un fuerte dolor de espalda causado por el nervio ciático, que trató incluso con acupuntura.
Ya como Papa, en 2019, se sometió a una cirugía de cataratas en secreto, y en 2021, enfrentó una operación para extirpar 33 centímetros de su colon debido a un estrechamiento.
A pesar de estas dificultades, Francisco continuó con su misión pastoral, viajando a lugares tan lejanos como Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Singapur.
La lucha final
En sus últimos años, la salud del Papa se deterioró notablemente. En febrero de este año, una neumonía bilateral complicó su estado, y aunque intentó seguir con sus actividades, las crisis respiratorias se hicieron más frecuentes.
A pesar de su fragilidad, Francisco mantuvo su agenda, incluyendo audiencias con figuras como el presidente de CNN, Mark Thompson.
El cardenal Kevin Farrell destacó su ejemplo de perseverancia: “Nos muestra que con las limitaciones físicas y la edad, no va a parar. Nos manda un mensaje a todos de que debemos seguir adelante”.
El legado
Francisco había firmado una carta de renuncia en 2013, en caso de que su salud le impidiera seguir adelante como líder de la Iglesia Católica.
Sin embargo, su determinación de servir prevaleció hasta el final. Su legado es el de un líder que, a pesar de las adversidades, nunca dejó de lado su misión de guiar a los fieles.
Este lunes, tras impartir su última bendición pascual, el papa Francisco partió, dejando una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica.